ESTILO.

Según David W Foster Nada es un libro raro, que refleja un ambiente de tensión y emociones violentas. Es una narración sugerente, no objetiva que incita a reflexionar sobre las circunstancias, motivos y actuaciones de sus personajes. Es una historia de personajes descentrados, en continua confrontación que habitan en un mundo anormal, en torno a la casa de Aribau en Barcelona. Algunos estudiosos ven ese mundo como símbolo de la degeneración general  de la moral en la España de la inmediata posguerra. Parece excesivo porque es un ambiente de auténtico infierno. Por otro lado hay quien interpreta que el ambiente de la casa es la consecuencia de una madre consentidora y perdonadora con sus hijos, donde todo se les ha permitido. En cualquier caso ese tipo de ambiente sirve para hacer destacar y poner de relieve a la protagonista y narradora.

Andrea es la narradora, solamente vemos los acontecimientos, personajes y temas desde su punto de vista. Andrea evoca desde un futuro próximo lo que vivió en ese pasado en la casa de Aribau.  Hay por tanto dos Andreas que representan dos diferentes momentos del  “yo” narrativo.

El estilo de esta novela se puede abordar  teniendo en cuenta el punto de vista de la narradora (en este sentido sugiero que leáis el artículo titulado El narrador, técnicas narrativas), pero también otros aspectos como las diferentes maneras de describir, de contar, y de sugerir, así como el modo en el que dialogan los personajes. Los años cuarenta, en la narrativa española no se prestaron  al experimentalismo; los novelistas de esta década  solían adscribirse al realismo , aunque con ciertos matices  u observaciones. Así, haremos  referencia al estilo impresionista y expresionista, a los rasgos del tremendismo también presentes, a la utilización y valor de la simbología y a la naturalidad, espontaneidad y viveza de los diálogos. Para finalizar también señalaremos la influencia del estilo gótico que aparece en el capítulo I cuando describe la casa de Aribau.

ESTILO IMPRESIONISTA.

  • La narración se hace desde el punto de vista de Andrea, quien narra en primera persona y que es la protagonista. Durante el relato contínuamente nos está transmitiendo sus sensaciones, sus impresiones de lo que observa. Nada más comenzar el relato, en el capítulo I, apreciamos sus impresiones “no estaba asustada”, “me parecía una aventura agradable y excitante”. También las sensaciones que le provoca el ambiente exterior “El olor especial, el gran rumor de la gente, las luces siempre tristes tenían para mí un gran encanto, ya que envolvía todas mis impresiones en la maravilla de haber llegado por fin a una ciudad grande, adorada en mis sueños por desconocida.” La utilización de los verbos  “me parecía”, tenían para mí”, indican la subjetividad, el intimismo de la narración. También es un rasgo modalizador la utilización de adjetivos valorativos “triste”, “adorada”, “desconocida”. Por supuesto el uso de la personificación y sinestesia  está en esa misma línea.
  • Las sensaciones que se generan  de incertidumbre, de desconocimiento sobre ciertos sucesos, e incluso el final abierto  del relato contribuyen a aumentar la subjetividad.

ESTILO EXPRESIONISTA. TREMENDISMO.

  • El estilo expresionista aparece en el relato, especialmente cuando describe a los personajes deformando sus rasgos. El uso de la hipérbole, la cosificación  y la animalización son  rasgos que se utilizan para deformar y degradar a los personajes. Utiliza en numerosas ocasiones la comparación de los seres humanos con animales, como por ejemplo, en el  inicio del capítulo IX, cuando describe a las amigas de Angustias: “como una bandada de cuervos posados en las ramas del árbol del ahorcado, así las amigas de Angustias…” En el caso del personaje de  Juan, él mismo, de un modo irracional, animal “hacía muecas nerviosas mordiéndose las mejillas”, y además  durante todo el relato agrede violentamente a Gloria,  con quien ejerce todo tipo de maltrato, psicológico y físico , por ejemplo cuando va a finalizar el capítulo XXIV “Juan no quiere  que yo duerma. Dice que soy una bestia que no hago más que dormir cuando su hermano aúlla de dolor (…) No, Andrea, no es cosa de risa despertarse medio ahogada con las manos de un hombre en la garganta. Dice que soy un cerdo (…) Un día me enseñó una navaja grande que, según dijo, llevaba por si tardaba yo media hora más cortarme el cuello… También agrede a Angustias, por ejemplo en el capítulo VI….”un bofetón de Juan, tan brutal, que hizo tambalearse a Angustias y caer al suelo” El hermano de Juan, el personaje de  Román, además llega a morder al perro.
  • Señalaremos también el tremendismo que se aprecia por la acumulación de tantos episodios de violencia que hay en el relato, especialmente en el personaje de Juan, ya mencionado, pero también Román maltrata de modo psicológico y verbal y su desquiciamiento lo llevará incluso al suicidio.

SIMBOLISMO.

  • Andrea llega a Barcelona de nochePor dificultades en el último momento para adquirir billetes, llegué a Barcelona a medianoche…” y se va de esa ciudad al amanecer “Los primeros rayos de sol chocaban contra sus ventanas. Unos momentos después, la calle de Aribau y Barcelona entera quedaban tras de mí”. Puede interpretarse  el año que transcurre allí como una noche en la que ha vivido el temor, la angustia y la muerte… en los relatos infantiles es la connotación que suele tener la noche. El amanecer representa siempre el inicio, la vida.
  • Hay cierta simbología onomástica, en algunos personajes como Angustias o Gloria.
  • La oscuridad de la casa de Aribau, las tonalidades negras, los fondos oscuros, los personajes fantasmales  contrastan con la claridad y los tonos rubios de Ena y su familia. También en los relatos infantiles se hace esta separación de color y se asocia a la maldad o a la bondad de ciertos personajes ( brujas/ hadas)
  • El baile al que acude Andrea en casa de Pons, puede representar a la Cenicienta, por la observación de los zapatos de Andrea por parte de la madre de Pons. El final también será una huida aunque con diferentes consecuencias.
  • Cuando aparece el agua, en la ducha o la lluvia ha de entenderse como un símbolo de catarsis,
  • El viaje de Andrea simboliza la vida, la búsqueda y el aprendizaje de la vida de Andrea.

NATURALIDAD DE LOS DIÁLOGOS.

Es evidente la espontaneidad y naturalidad en el uso de los diálogos. Se aprecia la viveza en el uso del idioma por rasgos como la utilización de elipsis, uso de vocativos, frases hechas, etc.

Hay personajes que reflejan especialmente la utilización de  un registro coloquial acorde con los rasgos de caracterización propios del mismo. Un ejemplo  podemos encontrarlo en Gloria , recordemos sus características  (véase en este sentido el  artículo en el que se presentan los personajes de esta novela)

Señalaremos algunos ejemplos del texto (Han sido tomados del capítulo VI)

  • Uso de apelativos. Cuando Angustias se dirige a Andrea: “Gracias, hija,
  • Uso de expresiones insultantes. Juan se dirige a Angustias “Y escucha,¡ bruja!” Angustias a Juan: “¡Canalla! ¡Canalla! ¡Loco!”
  • Uso de diminutivos.  Angustias, cuando se dirige a Andrea” Acércate, hijita, acércate…”
  • Expresiones coloquiales de carácter afectuoso: La abuela a Andrea: “Picarona…”
  • Elipsis. Juan cuando descorcha una botella en la comida de Navidad: “¡Alegría!  ¡Alegría!
  • Repetición de palabras. Sirve el ejemplo anterior.
  • Frases hechas. Angustias dice: “Piensa que juras en falso”. Andrea  contesta  a su tía Angustias: “¿Quién te ha metido en la cabeza que Gloria me lo quitó?
  • Interjecciones, exclamaciones. Andrea a Angustias: “¡Ah!… ¿que anoche no estabas en Misa del Gallo?” De nuevo, Andrea: ¡Claro que sí! ¡Por Dios!

ESTILO GÓTICO

Hay rasgos en el capítulo I que nos hacen recordar el estilo de las novelas góticas. Cuando Andrea llega a la casa de Aribau  y llama a la puerta, señala “Luego me pareció todo una pesadilla” Y comienza la descripción del recibidor con expresiones como: “débil bombilla”, “lámpara, magnífica y sucia de telarañas”, “fondo oscuro de muebles colocados unos sobre otros”, “mancha blanquinegra de una viejecita decrépita”. Más adelante: “Parecía una casa de brujas aquel cuarto de baño (…) Por todas partes  los desconchados abrían sus bocas desdentadas rezumantes de humedad.” En el centro, como un túmulo funerario…” “Tenía miedo de meterme en aquella cama parecida a un ataúd. Creo que estuve temblando de indefinibles terrores cuando apagué la vela.”

Ambiente tenebroso, oscuridad, desorden, suciedad y polvo, personajes fantasmales, imágenes  vinculadas al miedo, terror y muerte.

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